jueves, 12 de marzo de 2009

Hoy hace un año que recibí la asignación de Irene Xiaoye. Un día que no
podré olvidar jamás porque fué, hasta el momento, el más feliz de mi vida.

Los que me conoceis sabeis que tengo cuatro hijos, tres biológicos y mi
Irene Xiaoye, pero el deseo de ver la carita de mi bombón chino superó con
creces el que anteriormente había sentido, puede ser que al nacer mis hijos
biológicos por cesarea, el momento de su llegada no lo disfruté de la forma
en que debiese, pero lo de Irene ha superado con creces el deseo que me
consumía a todas horas.

Nuestro grupo de Mayores estabamos todos, como para encerrarnos en un manicomio.

Con relación al encuentro en China os comento :

Nosotros recogimos a nuestras hijas en el Registro Civil de Changsha
(Hunan). Lo que más me impresionó al cruzar la puerta de este centro fue
ver las tanquetas militares aparcadas a la puerta y un señor con metralleta
a cada lado de la entrada con gesto de pocos amigos. No sólo nuestro grupo
de ACI iba al encuentro de las niñas, había varios grupos de americanos y
supusimos que la cantidad de dinero que iban a recoger del donativo era
mucha y por eso las medidas de seguridad eran tantas.

Subimos creo que al tercer piso, no puedo precisarlo porque todos estabamos
como flanes, el que más y el que menos iba grabando con su cámara todos esos
momentos previos a la paternidad y sólamente se oía el murmullo de voces
hablando a la cámara. El día era lluvioso y frío, fue el 27 de Diciembre
pasado y en Hunan había muchisima humedad.

El camino se me hizo largo y lo recuerdo como si hubiesemos ido todos medio
drogatas, empezamos ese día a través del viaje en autocar, a conocer la
provincia de nuestras hijas y el silencio en el vehículo era sepucral.

Como iba diciendo, subimos no puedo precisar el piso, en un pequeño ascensor
y nos encontramos allí con unas cuantas personas tan impacientes como
nosotros por ver a sus hijas. Al final de un pasillo se veía una habitación
bastante amplia rodeada por unos bancos de madera clara un tanto
rocambolescos y unas mesas del mismo material también muy historiadas. Nos
hicieron sentar y mientras esperabamos la llegada de las niñas empezamos a
rellenar la documentación necesaria para poder llevarnos a nuestras hijas.
Hay que firmar un documento en el que se hace constar que se va a cuidar de
la menor y proteger hasta el día o días siguientes en que se formaliza la
adopción.

De pronto al final del pasillo vislumbramos la presencia de gente y de
lloros y la puerta del cuarto se bloqueó de repente. Todos en tropel y sin
tener que ponernos de acuerdo tamponamos la entrada. Realmente no sé como lo
hice pero uno de los primeros lugares fue para mí, creo que no empujé a
nadie ni nada, jjajaja. Desde mi puesto prioritario vi venir a varias
muchachas jovenes con niñas en los brazos, por más que me esforce no pude
reconocer a ninguna de las nuestras, desde atrás oí a nuestros compañeros
decir que las guías habién dejado claro que éstas no eran las de ACI.

Volvimos otra vez a sentarnos con los nervios a flor de piel, el silencio
seguía siendo lo que más destacaba, eramos muchos y también había varias
guías y unicamente un pequeño murmullo y mil pares de ojos fijos en aquella
puerta que se había convertido de repente en algo vital para nuestra
existencia.

Otra vez más voces y otra vez lo mismo ,llantos y pasos por aquella escalera
y nosotros a correr, y yo otra vez en primeriiiiiiiisima fila,,jajajja. De
nuevo las guías nos indicaron que las niñas eran para otro grupo. Según
llegaban a donde nosotros estábamos se iban metiendo en una habitación
contigua que estaba vacía, al principio claro, ahora estaba llena de niñas y
cuidadoras y se oía a través de la puerta llantos y murmullos infantiles.

No volvimos a sentar, yo ya me quedé de pie y me dí un paseito hasta una
ventana por donde se veía Changsha triste y oscura, pero yo la veía llena de
luz y la lluvia me parecía la mar de romántica y apropiada para la ocasión.
Mi corazón rebosaba felicidad y a mal tiempo buena cara.

De pronto más llantos infantiles en el pasillo y yo de nuevo la primera de
la fila, ese día estaba más agil que pa qué , jajajaja. Esta vez si eran las
nuestras, las guías no habían abierto la boca pero la abri yo. Reconocí de
inmediato a la niña de una compañera de grupo, la verdad es que era
inconfundible. dos enormes coletas (lo mismo que en la foto de asignación)
rematadas con dos pompones de piel de color fucsia. Busqué desesperadamente
con la mirada a mi compañera y le dije ,- es la tuyaaaaa Luisa-, me encontré
con sus ojos y sin decirnos nada, nos dijímos todo.

Mi vista de nuevo a la puerta y me encontré de pronto con Irene Xiaoye, el
momento era indescriptible. Nos habían pedido días antes de viajar unas
fotos de papá y de mamá para irselas enseñando a las niñas. Mi bombón venía
en brazos de la directora del orfanato, yo la conocía por foto que obtuve
del grupo americano de Yahoo y ella me conocio a mí porque las fotos que
envíamos eran recientes y enormes. Esta mujer me miró, me sonrió (es muy
dulce la Sra. Zhao) y con la cabeza me dejó claro que esta niña era mi hija.

Los momentos siguientes, previos al encuentro, los pasamos no sé ni como.
De los tres grupos que había en la habitación el nuestro fue el segundo en
efectuar la entrega de las niñas. Vimos como se abría la puerta que se había
cerrado tras nuestras hijas y que aparecía una mujer con una niña y empezaba
a llamar a sus padres , primero por el nombre de la niña y después por el de
ellos. Nosotros ya con mas nervios acumulados de los necesarios y con la
vista puesta detrás de aquella fila de mujeres con niñas en los brazos,
tratando de ver las nuestras.

Por fín nos llegó el turno. Nuestras niñas preciosas todas. Vestidas con
gorritos a rayas de color azul, blanco y naranja , la palabra Star aparecía
en en doblez del gorro, traía abrigos de panilla forrados de borreguito
amarillo , eran de florecitas de colores, el de Irene Xiaoye era rosa, había
otros amarillos y otros rojos, por abajo llevaban unas mallas negras con
flores blancas y unas botas a estrenar, lo mismo que el resto de lo que
traían puesto, eran de color rojo y forradas de piel blanca. Un osito hacía
de cierre.

Nos fueron llamando por orden alfabético y por el apellido del padre. Para
postre mi marido se llama López así que fuímos de los últimos. Yo iba de una
niña a otra mordiéndome los labios, las uñas y hasta las pestañas,
naturalmente sin perder ni un segundo de vista a la puerta por donde de un
momento a otro soñaba ver aparecer a mi hija.

Por fín ví a la Sra. Zhao aparecer y en sus brazos a mi sueño. La mujer me
sonrió ,la niña abrió la boca y de ella salíó un alarido cómo sólo Irene
Xiaoye sabe dar, jajjaja. pero inmediatamente se confundió con los cientos
de llantos parecidos que había por toda la sala. ACI nos había preparado
para ésto, pero la verdad nunca está una preparada. Dicien que es mejor que
lloren y que lloren mucho, quiere decir que han sido queridas y que han
tenído motivos suficientes para formar el "apego" o vinculo. Pero cuando
ves a tu hija llorar con desesperación y con tanto rechazo hacía a tí se
pasa mal de verdad.

En el video que tengo del Encuentro se me vé como desencajada, moviendome de
un lado a otro e intentando por todos los medios que la niña dejase de
llorar y que aceptase algo de lo que con tanto cariño había ido preparando a
lo largo de tantos meses de espera. Y sabeis??? lo único que calló a Irene
Xiaoye fue lo que dicen siempre que no es necesario llevar a China, el
chupete "bendito chupete", se lo puse en la boca y milagro..... se calló
como por arte de magia. Me miraba con la misma mirada de ahora cuando vé a
algun desconocido, traspasandote con esos preciosos ojos de pipa de girasol
y con el mismo mohín en la minúscula nariz y las idénticas arrugillas de la
frente. Retadora con la mirada, ¡¡ que es muy valiente mi hija !!, la vida
ha debido de enseñarle y ella mejor que nadie para dar lecciones.

Salimos del edificio como con prisa, todos queriendo llegar a nuestro Hotel
y con ganas de quedarnos a solas con nuestras niñas. Casi todas iban ya
calladas. Unas jugando o trasteando con lo que sus papis con tanto amor les
habían entregado y otras incluso dormidas. Sólo una no dejaba de llorar de
ninguna de las maneras. Mas tarde supe que esta niña había sido compañera de
juegos de mi hija porque se notaba y aún ahora se nota a la legua, que entre
ellas hay algo muy, pero muy fraternal. Esta niña se llama Paloma. La pobre
no hacía más que gritar algo parecido a "Minya pápas", "Minya pápas". Este
matrimonio, primerizo iba sentado en el autocar delante de nosotros y
acabaron preguntándole a una de las guías que era lo que decía la niña.
Paloma sólamente decía a grito pelado "NO ME GUSTAN MIS PAPAS, NO ME GUSTAN
MIS PAPAS": La verdad es que nos hizo gracia y también nos dió una lástima
grandísima. La pobre hablaba bien el chino y nos decía, en los días
sucesivos cositas que no entendíamos.

Por fín llegamos al Hotel, nos esperaban varios botones para ayudarnos con
las niñas si hacía necesario y se vé que nos felicitaban, no sé si a ellas o
a nosotros.

Subimos a la habitación y otra vez a llorar. Irene no paraba. Rafa se había
ido con los demás maridos a solucionar no sé que papeles con las guías y
nosotras sólas con las niñas en la habitación si saber bien que hacer. Pensé
que tendría que cambiarla y así lo hice. Llevaba una especie de compresa
por pañal y la tenía calada.
Las niñas de Yuangling venían perféctas, yo ni bañé a Irene me daba miedo la
reacción que podría tener y como la ví limpísima y oliendo a jabón lo deje
para mejor ocasión. Le saqué toda la ropa que traía y busqué en el armario
lo que desde España había elegido con tantísimo cuidado. Toda de blanco y
rosa. Un peto de pana finita con Snoopy, blusita de florecitas y una
rebequita bastante gordita para el frío, su diadema de lycra haciendo juego
con todo, además de sus botitas de cordones azul marino. (pa comersela
entera). La puse de esta guisa en la cuna. Las cunas en China son
anchísimas y al menos las que yo ví de tres alturas. La nuestra estaba
montada con el colchón (o lo que sea, porque no es un colchón, es algo duro)
en la parte más alta, los enganches que correspondían a la zona media de la
cuna no existían, por tanto esta medida que tenía era para un reciénnacido,
pero para mi niña era insuficiente y la barandilla quedaba como a una cuarta
del colchón . Como ya he dicho, la senté en la cuna y me puse a hacerle un
biberón, sin perderla de vista claro está, por miedo a que la barandilla no
la sujetase bien. Volví la mirada y a la décima de segundo la tenía de pie
en la cuna, (la barandilla a la altura de sus rodillas) salí disparada y
empecé a intentar hacerme amiga suya. Las manitas las tenía puestas en el
baral de la cuna y aprisioné con la mía una de ellas con todo el cariño
que sólo una madre sabe poner en sus hijos. Irene todo este tiempo
buscándome los ojos , fija, fija, y retándome y casi sin que me diese
cuenta, levantó la otra mano y me clavó en la mía ,con todas las fuerzas que
sus pequeños nueve meses le dieron ,la uña de su dedo pulgar. Todo este
tiempo sin dejar de mirarme a los ojos ni una décima de segundo, como
avisándome que tuviese cuidado, que ella estaba dispuesta a presentar
batalla si era necesario. Me entró una pena tremenda porque un niño no nace
con esas
ideas y me dí cuenta inmediatamente de que alguién le había hecho a ella
algo parecido.

Irene Xiaoye era una tragona de cuidado y en cuanto me dí cuenta de ello,
decidí que el estómago era la vía por la que podía llegar a ella más
fácilmente. En la hora de la comida me convertía en su hada madrina,
jajjaja. Me miraba me sonreía y la muy zalamera hacía mil monerías con tal
de que le diese lo que ella quería, y claro yo encantada de la vida. Se tomó
su biberón sin pestañear y sin mirarme claro está, miraba cualquier cosa
menos a mí. Yo no le dí demasiada importancia a ello, luego supe que Irene
tenía RAD y que este era un síntoma de ello. El RAD para el que no lo sepa,
es con pocas palabras miedo a crear vinculo. Cuando un niño nace su madre ó
la persona que cuida de él satisface todas sus necesidades, si tiene frío
el bebé llora y su madre le conforta, de la misma manera si tiene hambre,
dolor o miedo. Cuando un niño tiene varias personas a su cargo y no todas
actúan de la manera que debieran, el niño sufre un transtorno porque nunca
sabe a que atenerse. Si llora y nadie acude o nadie socorre sus necidades o
incluso peor, si en unas ocasiones sí y en otras todo lo contrario, al final
el bebé "pasa" en una palabra de la persona que le cuida. Aprende a vivir y
a satisfacer sus necesidades el solo. Por eso hay niñas que se mecen solitas
en su cuna, otras que se golpean la cabeza y cosas parecidas que no
entendemos, como por ejemplo yo no entendía que mi niña no me mirase jamás a
los ojos. Estaba como preparada a que en un momento dado yo la olvidase,
(ahora mismo se me saltan las lágrimas, no puedo evitarlo), como se puede
olvidar algo tan dulce como niña. Irene ha tenído cuatro personas en nueve
meses que se han ocupado de ella en diferentes etapas de su desarrollo. Su
madre biológica la tuvo al menos mes y medio. Mi niña debió de crear en este
tiempo vínculo con ella como es de suponer. Después estuvo al cuidados de
una o más cuidadoras en en orfanato en Yuanling. Mas tarde se la entregaron
durante unos meses a una madre de acogida. Tengo sospechas de que esta mujer
la maltrató de alguna manera. Irene ha visto hace poco las fotos que el
orfanato me entregó de ella con su cuidadora, en otras aparece con la
Sra.Zhao y en otra con sus compañeras. Cuando la niña vió la cuidadora
empezo a rechazar la foto a gritar y a decir que era mala que le hacía daño
en los pies. Ya he contado otras vecez que mi niña traía marcas en las manos
y los pies de haber estado atada. En las fotos que aparece la directora del
centro Irene no muestra ningún tipo de rechazo. Es increible pero ella tiene
recuerdos de que esa mujer que tuvo como madre de acogida, no la trató bien.

Volvemos al día del encuentro, aunque he comentado lo anterior porque
considero que debemos de conocer que el RAD existe, Nana Ana dejó de envíar
las traducciones que Cleos, ella y otras compañeras estaban haciendo porque
la gente se asustaba de lo que leía. Yo creo que es mejor conocer el tema de
antemano, de hecho si yo hubiese leído estas traducciones antes, mi forma de
actuar con Irene hubiese sido otra. En primer lugar la hubiese obligado a
mirarme a los ojos y hubiese sabido que tendría que haber prestado muchas
más atención (incluso exagerada) a la niña en los primeros momentos. De
hecho el problema se solucionó siguiendo tres o cuatro pautas de conducta
que yo tenía equivocadas por desconocimiento del tema. Para los que no lo
sepaís la niña no dormía ni un cuarto de hora seguido ninguna noche. Aunque
no lo podais creer, esto se solucionó, unicamente mirando a mi niña a los
ojos y cargando con ella durante dos o tres días sin soltarla ni un minuto.
Gracias de nuevo compis de AFAC.

Bueno que me desvío del tema. ACI nos había dicho que en cuanto llegasemos a
la habitación saliésemos al pasillo ó al hall del Hotel porque muchas veces
las niñas muestras rechazo después hacia las habitaciones y así lo hicimos.
Poco a poco el hall de la planta se fue llenando de papas recien estrenados
y de niñas chinas. Todas ya limpitas y con ropa más europea. Las niñas de
Yuanling se conocían entre ellas, unas más que otras. Mi hija tiene especial
apego con Paloma y con Lucía, se muestran superfelices de verse y en la
última Kedada de este grupo se nos caía la baba viendo los cariñitos que se
dedicaban Lucia e Irene y eso que llevaban sin verse desde antes del verano
y esto ha sido el mes pasado. Os comento esto porque creo que estas niñas
que han crecido juntas, siendo del mismo orfanato y viniendo a parar al
mismo pais, no deben de perder el contacto, son como hermanas, de verdad.

Los dias sucesivos los pasamos recorriendo lo poquito que se pudo ver de
Changsha. La nochevieja la pasamos en el Hotel, comiendo nuestros turrones y
nuestros fiambres. Bajamos al comedor y celebramos nuestra fiesta de
Nochevieja de la mejor manera que supimos. Las campanadas las dió mi marido
con una gran cacerola que le prestó el cocinero y un cucharón. y brindamos
con una especie de vinito espumoso que compramos en Carrefour, jajjajaj. A
todo esto los chinos mirándonos con cara de vete tu a saber qué. Desde la
ventana del pasillo del hotel vimos fuegos artificiales , porque los chinos
también celebran a su manera la llegada del nuevo año, aunque no sea el
suyo.

Fue una navidad diferente y maravillosa y la pena es no poder vivirla de
nuevo. Para que os tranquiliceis y si alguno no lo sabe, Irene está
completamente integrada, es la niña más feliz del mundo y su madre, padre y
hermanos más.

Besitos de Mon queyatiene a su Irene Xioaye.

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